1.
RECURSOS EN EL ALMOHADóN DE PLUMAS
Argumentativos:
*Analogía: “Su luna de miel fue un largo escalofrío”
*Causa y consecuencia: “No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de
influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía
nunca”
*Comparación: “Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había
aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de
aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible”
Retóricos:
*Metáfora: “Dentro, el brillo glacial del estuco”
*Hipérbole: “Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía
lívida, en síncope casi”
*Ironía:
“Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban
hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha”
2. ACTIVIDAD ESCRITURA DIVERGENTE (IN)COHERENTE
ORACIóN CON 4 PALABRAS:
El suspenso de la muerte, un parásito frío.
ORACIóN CON 5 PALABRAS
Muerte, un parásito de frío suspenso…la
mesa.
3.
YA NO SOY TU muñeCA
Extracto número:
17
¨Nora, por ti
hubiese trabajado con alegría día y noche, hubiese soportado penalidades y
privaciones. Pero no hay nadie que sacrifique su honor por el ser amado.
Nora: Lo han
hecho millares de mujeres.
Helmer: ¡Oh!
Hablas y piensas como una chiquilla.
Nora: Puede ser.
Pero tú no piensas ni hablas como el hombre a quien yo pueda unirme. Cuando te
has repuesto del primer sobresalto, no por el peligro que me amenazaba, sino
por el riesgo que corrías tú; cuando ha pasado todo, era para ti como si no
hubiese ocurrido nada. Volví a ser tu alondra, tu muñequita a la que tenías que
llevar con mano más suave aún, ya que había demostrado ser tan frágil y
endeble... (Levantándose.) Torvaldo, en ese mismo instante me he dado cuenta de
que había vivido ocho años con un extraño. Y de que había tenido tres hijos con
él... ¡Oh, no puedo pensar en ello siquiera!¨
Torvaldo: Nora, no te victimices, ¡no mientas por
el amor del cielo!
Nora: ¡Basta! ¿No te das cuenta a lo que me has
reducido? Lo que hoy soy, tú me has obligado serlo. Entiende que hace mucho
dejaste de ser mi marido, es más, peor que eso, no eres ni un amigo.
Torvaldo (gritando): ¿y qué se supone que son los
maridos de sus esposas sino sus dueños? Te he dado protección y seguridad
cuando más lo necesitaste. No te
equivoques, Nora. Yo te he querido, he sido el único que verdaderamente lo ha
hecho. Soy tu marido.
Alice.
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