sábado, 11 de febrero de 2017

Mi Reflejo

Absurdo: Ese viernes

Ese viernes con el Gato Negro

Acróstico: Noche de Pasión 

Hermosa
Esa
Radiante
Noche
Apasionada como
Nunca otra y al
Decirme te amo caí
En tu red y no quiero 
Zafarme jamás.

Completación: Asfixia de Amor

"¡Ah, no querías permitir que yo besara tu boca, Juan! ¡Bueno! Ahora la besaré. La morderé con mis labios como se muerde", un trozo de carne. Le sacaré el jugo a tu dulce boca hasta más no poder, así grites y patalees, no te soltaré, quiero hacerte sentir que te asfixias con el amor que siento por tí, ya que, después de eso, me pedirás que lo vuelva hacer.  

Resolución de conflictos: 
Llegó el fin del mundo... En tu cuarto sólo hay 3 objetos:


1) Un bolso con documentos.
2) Una laptop
3) La caja de recuerdos que dejó tú madre antes de morir. 

¿Cuál de los tres objetos escoges? ¿Por qué?

La opción 3 : La caja de recuerdos que dejó mí madre antes de morir. Porque, los documentos y las cosas materiales, se pueden recuperar, sin embargo, las sentimentales no y,¡recordar es vivir!. Si no tienes algún recuerdo o cosas que aprecies, no por funcional, sino, porque tienen un significado emocional es como si estuvieras muerto también

MULAN


viernes, 10 de febrero de 2017

Conflictos absurdos

Absurdo: Black cat
El viernes del gato negro


Acróstico: La fruta de la pasión
Eva fue la segunda en
ver y caminar en
el Paraíso,
la invadió la curiosidad
y mordió, sin pensar en
nada la fruta de la pasión. 


Completación: En el Edén
"¡Ah, no querías permitir que yo besara tu boca, Juan! ¡Bueno! Ahora la besaré. La morderé con mis labios como se muerde" la fruta prohibida en el Edén, con gusto y sin remordimientos. 


Resolución de conflictos: 
Llegó el fin del mundo... En tu cuarto sólo hay 3 objetos:

1) Un bolso con documentos.
2) Una laptop
3) La caja de recuerdos que dejó tú madre antes de morir. 

¿Cuál de los tres objetos escoges? ¿Por qué?

Es el fin del mundo... Nada valdría la pena llevar, aunque la caja con recuerdos compañía me podría dar. Ese frío momento de la despedida, que el mundo nos obliga en una sacudida.