Me adentro, mostrándoles un esquema que parte del libro "Las estrategias del escritor" (2008) de Freddy Morles, profesor de la la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA), en el que se destacan algunas características fundamentales que conforman el arte de Escribir.
Muchas de éstas presentes en nuestra oratoria, ignorando que pertenecen a un cúmulo de extensas maniobras gramaticales y literarias que no tocaremos en esta oportunidad.
La escritura, como elemento central de nuestro interés y del esquema presentado, va enlazado a una serie de componentes que le dan sentido a su objetivo, entorno a las preguntas determinantes:
¿Qué escribo? EL TEXTO, el escrito propiamente dicho, pero además atendiendo a un género o tipo específico de la composición: Cuento, noticia, poema, tesis, guión, canción, obra teatral, informes, etc.
¿Sobre qué escribo? EL TEMA, o de lo que tratará lo escrito.
¿Para qué escribo? EL PROPÓSITO, o el objetivo de lo que se escribe: Informar, comunicar, emocionar, divertir...
¿Para quién escribo? EL DESTINATARIO, a quien va dirigido lo escrito. En el que se toma en cuenta EDADES, GÉNERO (Femenino o masculino), CONDICIÓN (Intelectual, económica, cultural y social) y el LENGUAJE (Coloquial, formal, informal, jerga técnica, entre otros.).
Cómo? EL TONO, o como quiere que se interprete el texto: Irónico, burlesco, serio, crítico,
romántico.
¿Con qué? LOS RECURSOS ARGUMENTATIVOS, lo que permitirá esclarecer y darle cuerpo a lo que se plantea en el texto: Definiciones, preguntas, características, conclusiones. Y LOS RECURSOS RETÓRICOS, o las formas "no convencionales" de utilizar las palabras, que además llevan particularidades semánticas o fónicas: Metáforas, hiperbatón, hipérbole, etc.
Muchas de éstas presentes en nuestra oratoria, ignorando que pertenecen a un cúmulo de extensas maniobras gramaticales y literarias que no tocaremos en esta oportunidad.
La escritura, como elemento central de nuestro interés y del esquema presentado, va enlazado a una serie de componentes que le dan sentido a su objetivo, entorno a las preguntas determinantes:
¿Qué escribo? EL TEXTO, el escrito propiamente dicho, pero además atendiendo a un género o tipo específico de la composición: Cuento, noticia, poema, tesis, guión, canción, obra teatral, informes, etc.
¿Sobre qué escribo? EL TEMA, o de lo que tratará lo escrito.
¿Para qué escribo? EL PROPÓSITO, o el objetivo de lo que se escribe: Informar, comunicar, emocionar, divertir...
¿Para quién escribo? EL DESTINATARIO, a quien va dirigido lo escrito. En el que se toma en cuenta EDADES, GÉNERO (Femenino o masculino), CONDICIÓN (Intelectual, económica, cultural y social) y el LENGUAJE (Coloquial, formal, informal, jerga técnica, entre otros.).
Cómo? EL TONO, o como quiere que se interprete el texto: Irónico, burlesco, serio, crítico,
romántico.
¿Con qué? LOS RECURSOS ARGUMENTATIVOS, lo que permitirá esclarecer y darle cuerpo a lo que se plantea en el texto: Definiciones, preguntas, características, conclusiones. Y LOS RECURSOS RETÓRICOS, o las formas "no convencionales" de utilizar las palabras, que además llevan particularidades semánticas o fónicas: Metáforas, hiperbatón, hipérbole, etc.
