viernes, 15 de abril de 2016

El poema de Hady, que quedía su helado

“Harry quería un helado,
se encontró en una subasta,

estaba desesperado,
pues con eso no le basta.


Vírgenes como objetos en venta

Sayuri al joven le explicó
y con una acción violenta
en su mundo lo metió”

Fígaro II

jueves, 14 de abril de 2016

Ensayo: "Educar para la libertad"

                                          Educar para la libertad:                
                   Jóvenes críticos, reflexivos, con competencias comunicativas que rescaten                             y vivan los valores.
                                                                                              

Resumen

            ¿Se puede educar para la libertad? ¿Se puede todavía educar en valores en medio de una sociedad  tan hostil como la de esta época y esta sociedad? Preguntas de difícil respuesta pero de necesaria reflexión, en virtud de la tergiversación de muchas normas y principios que deberían encaminar al ciudadano de hoy. Sin embargo, la situación en hogares, ámbitos escolares y demás espacios comunes está  dando cuenta de la cruda realidad que está sometiendo a la juventud, sobre todo.

            Por otro lado, los docentes desde sus responsabilidades y áreas pueden coadyuvar considerablemente a plantear un modo de enseñar basado en la profunda reflexión, la autocrítica, el cuestionamiento hacia su realidad, etc; traspasando los límites de su propia materia o más bien, poner su cátedra al servicio de la formación de un ciudadano capaz de empoderarse de sus decisiones y convicciones para su bien y el del bien común. No conformarse solo con dictar contenidos y penalizar el error. Es una responsabilidad que debe congregarnos a todos, padres, representantes y docentes.

            Son varios los autores que brindan las herramientas adecuadas para desarrollar un plan de formación basado en dichos criterios, los cuales desde su disciplina y visión arrojan luces sobre la relación entre libertad y pensamiento, cómo se construyen los valores morales, el desarrollo de una competencia comunicativa, etc. Todo ello que colabore naturalmente al fin  planteado: Educar en valores.

LA PISTOLA EN VERSO

Pistola en mi mano se encontraba,
tratando de salir de esta locura que me acechaba.
Pensando cuántas había cometido,
ahora me siento solo y arrepentido


Mi historia en un enredadera se volvió,
por el culmino de la vida de un hombre que pecó.
Aquel psicópata alto y hermoso,
que su físico lo llevó a un foso


De aquel ser sin escrúpulos
Merodeaba por las calles desgastando los músculos.

En Nueva York buscaban explicaciones,
por salvarle la vida a millones


Lo perseguí hasta el final,

por donde él caminando va.
Dio varios pasos hacia donde me encontraba,
pero sorprendido de la rapidez, sus ojos deslumbraban


Patrick Bateman, el asesino y caníbal
solo pudo mirarme como animal.
Éramos un par de asesinos,
tratando de ser buenos "amigos".


Pero la oportunidad se dio,
el mismo cuchillo mi mano le clavó
Bateman en el suelo cayó
y rápidamente la sangre todo manchó


Jonathan Harker es mi nombre,

un asesino, solo un hombre.
Ahora soy yo el que se despide esta vez

por no poder aguantar este mundo al revés

RFC

Te cuento una rima

Érase una vez un planeta violeta,
el estilista y la rosa allí se encontraban. 
Él abrumado, y ella coqueta,
ambos preguntándose dónde se hallaban.

Lloraba la rosa de gran hermosura,
mientras su compañero trataba de darle consuelo.
Más la planta molesta con mucha soltura,
le dijo que el daño ya estaba hecho.

Amada creyó haber sido por un príncipe,
que con prisa un buen día partió de su lado.
El estilista también confesó haber sido partícipe,
del querer cuando el otro no está enamorado.

¡Alcachofa! le dijo el estilista cual sabio,
por tener tantas capas y ser egoísta.
Reflexionó la rosa sobre el supuesto agravio,
desechando su idea de 
amor como simple conquista.

                                                       Alice

Me salió un verso sin esfuerzo

Robert Langdon y Héctor existieron en el pasado,
no uno cualquiera, sino el que Homero ha inventado.

Robert, un  profesor universitario,
Héctor, un guerrero sanguinario.

Langdon resolvió misterios de fantasía,
mientras Héctor la historia recorría.

Con una máquina del tiempo que Langdon construyó,
viajó a Troya y a Héctor conoció.

Héctor sin piedad lo llevó arrastrado,
tanto así que parecía un buey de arado.

Al llegar, al podio con el rey lo subió,
mientras un arquero gritando llegó.

Al primo de Aquiles Héctor había matado,
y el de los pies ligeros a vengarse había llegado.

Langdon adivirtió que Héctor enfrentarlo no debía,
pues la batalla saldría mal y su vida acabaría.

Al venir del futuro, Langdon la historia decía,
mientras Héctor lo escuchaba, mas no le creía.

Al rey escuchando a Langdon una idea se le ocurrió,
hizo que bajara y a Aquiles la historia contó.

Por más que Robert se esforzó en explicar,
su cuello la espada de Aquiles logró atravesar.

De esta manera termina su historia Homero,
una en la que solo hubo un caballero.


-DENC


Verso con Vincent

El Verso, es la unidad mínima de análisis en un poema. El verso puede estar formado por una palabra o varias y siempre tiene un ritmo y cadencia que lo caracteriza. Este ritmo se consigue mediante una combinación de sílabas tónicas o átonas que asegure una regularidad acentual, rasgo importante de la Poesía, forma del discurso literario o artístico que se rige por una singular disposición rítmica.


Estrofa: conjunto de versos que generalmente se ajustan a una medida y a un ritmo determinado a lo largo de un poema. Ese ritmo determinado, los componen las sílabas tónicas y átonas, y pueden estar rimadas.

La rima, definida como la repetición de una secuencia de fonemas, a partir de la sílaba tónica de dos o más versos.


Las estrofas, según las sílabas que componen el verso, pueden ser:

Cuarteta: estrofas de 2 ó 4 versos básicamente endecasílabos (11 sílabas), con rima abrazada ABBA, o gemela AA-BB.

Ejemplo: 1 estrofa de 4 versos endecasílabos y dodecasílabos con rima gemela:

Cien/ti/fi/co/des/na/tu/ra/li/za/do   A
a/su/pa/cien/te/ha/neu/tra/li/za/do  A
Al/Mau/E/gip/cio/que/des/de/su/in/fan/cia B
lo/a/com/pa/ña/en/su/que/ri/da/Fran/cia B

El gato de las 10 vidas



Redondilla: estrofas de 2 ó 4 versos, generalmente octosílabos (8), con rima abrazada, ABBA, o cruzada, ABAB.

Ejemplo: 1 estrofa de 4 versos octosílabos y eneasílabos (9), con rima cruzada ABAB:

Por/mi/no/se/van/a/preo/cu/par A
No/es/toy/lle/no/de/ni/ños B
el/gi/gan/te/me/po/drán/lla/mar A
o/ El/Se/ñor/de/los/A/ni/llos B

                                                                                                                                          Espaciolandia


Seguidilla: estrofas generalmente de 3 ó 4 versos. Se dividen en tres categorías:

Seguidilla simple: las estrofas de 4 versos, se compone de 2 heptasílabos (7A sílabas) y 2 pentasílabos (5B sílabas). Donde solo riman los versos heptasílabos.

Ejemplo: 1 estrofa 4 versos heptasílabos y pentasílabos:

Si/guió/con/el/pa/se/o A
A/trás/no/mi/ró 
Cum/plió/con/su/de/se/o A
co/no/ció/su/mar

 Bajo al mar

Seguidilla arromanzada: las estrofas de 4 versos, compuestas de 2 heptasílabos (7A) y 2 pentasílabos (5B). Donde solo riman los pentasílabos.

Ejemplo: 1 estrofa de 4 versos heptasílabos y pentasílabos:

A Ve/ne/zue/la/lle/gó 
co/no/ció/el/mar B
La/pla/ya/fue/su/si/tio
pa/ra/re/cre/ar B

                                                                                                                                               Bajo al mar

Seguidilla compuesta: estrofas de 3 versos, 2 pentasílabos (5B) y un heptasílabo (7A). Donde solo riman los pentasílabos. 

Ejemplo: 1 estrofa de 3 versos heptasílabos y pentasílabos:

Sin/mi/rar/a/trás/ 5B
Si/guió/con/su/pa/se/o
lo/hi/zo/sin/pen/sar 5B

                                                                                                                                               Bajo al mar

Aquí les dejo el audiovisual Vincent, un cortometraje del poema del mismo nombre, creado por Tim Burton. En éste, se denota la combinación en la extensión de las sílabas y la variación tónica de las rimas.

¡Disfruten lo escalofriante!

VINCENT
Tim Burton



Vincent Malloy tiene siete años,
es un niño amable pero algo huraño.

Es bueno, obediente y muy educado,
pero él quiere ser como Vincent Price, su ídolo soñado. 
No le importa vivir con su perro,
su gato y su hermana,
aunque preferiría compartir casa
con murciélagos y arañas.

Allí jugaría con los horrores que ha inventado
y vagaría por los oscuros pasillos, solo y atormentado.

Cuando viene su tía, Vincent parece un cielo.
Pero se imagina sumergiéndola en cera hirviendo para su museo.

Hace experimentos con su perro, Abocrombie
con el fin de crear un horrible zombi.

Con ese espectro terrorífico para los hombres,
buscaría sus víctimas por la niebla de Londres. 
Pero él no solo piensa en crímenes violentos,
Vincent pinta, y de vez en cuando lee cuentos.

Mientras otros niños leen tebeos de acción
a Vincent es Edgar Allan Poe quien llama su atención.

Una noche, cuando leía una historia horripilante,
algo le hizo palidecer al instante.

Con tamaño disgusto su vida quedó derrumbada,
pues su bella esposa viva fue enterrada. 
Debía cerciorarse de que había muerto,
e intentando desenterrarla destrozó las flores del huerto.

Su madre lo envió a su cuarto como castigo,
desterrado en sus sueños a la torre del olvido.

Sentenciado a pasar el resto de su vida
con el retrato de su amada que fue enterrada viva.

Y mientras lloraba sumido en la desesperación,
apareció su madre en la habitación.

Le dijo: "Si quieres puedes salir a jugar.
Hace un día estupendo, lo puedes aprovechar." 
Vincent trató de hablar pero no pudo,
los años de aislamiento lo volvieron casi mudo.

Así que cogió su pluma y se puso a escribir:
"Estoy poseído por esta casa, nunca volveré a salir."

Su madre le contestó: "Ni estás poseído ni estás medio muerto,
este juego tuyo es solo un invento.

Eres Vincent Malloy, no eres Vincent Price
y no estás loco ni atormentado, ¡caray!

Tienes siete años y eres mi hijo,
vete a jugar con otros niños, ¡te lo exijo!" 
Y tras este toque de atención abandonó la habitación.
Pero cuando Vincent trató de sobreponerse
las paredes empezaron a moverse.

Crujían, temblaban, y su horrible locura la cima alcanzaba.
Vio a Abercrombie, su terrible esclavo,
y su mujer lo llamaba desde el otro lado.

De la tumba nacían sus ecos
y de las paredes surgían manos de esqueletos.

Todas las desgracias que sus sueños atormentaban
entraron en su vida mientras él gritaba. 

Trató de escapar, de huir del horror,
pero su mustio cuerpo se derrumbó por el dolor.

Y débilmente, casi sin voz, recitó El Cuervo de Edgar Allan Poe:
"Y mi alma, de esa sombra, que allí flota fantasmal,
No se alzará... nunca más."



"Vincent Malloy fue el primer corto del célebre director Tim Burton, rodado en 1982, escrito y dirigido por el mismo Burton y producido por Rick Heinrichs. la historia del pequeño niño de 7 años Vincent Malloy, que, distante de ser un niño normal, quiere ser como Vincent Price y vive obsesionado con los poemas de Poe". En: http://www.foro-cualquiera.com/cine-teatro/114615-vincent-poema-tim-burton.html



Actividad:
Mi cuento en verso: Según la historia creada por usted en la clase anterior (Como una alcachofa; La pistola; El código Homero, etc.). Componga y publique un poema en tantas estrofas, versos y sílabas usted desee, siempre y cuando exista una cadencia, ritmo y coherencia.





miércoles, 13 de abril de 2016

Mujeres salidas de leyendas

Sangre roja pasión:

 Eufemismo:

 “Tú llenaste mis venas de fuego” 

Del amor al odio… 

Víbora / Tristeza:

Me llamó “víbora”. 

Cabeza / Suspenso. 

Encontró una cabeza. 

Escarlata / Romance. 

Sonrió, mejillas escarlata. 

 Traicionero animal: 

Era 
Listo e 
Indiferente el 
Sanguinario 
 Animal

 Un nombre salido de una leyenda:

Scheherazade, Las mil y una ncohes
El paciente inglés, El paciente inglés

 El sonido de una silla deslizándose a su lado le despertó. Lenta y dificultosamente giro su cabeza en dirección al ruido, al abrir los ojos la luz del sol mañanero lo encandiló; desorientado logró distinguir que a su lado se había sentado una mujer. Entre los rayos de sol buscó su cara, entre sus oscuros ojos y su morena tez buscó un recuerdo. Pero sus misteriosas y exóticas facciones no le ofrecieron más que eso, enigmas. Decepcionado volvió a cerrar los ojos, buscando la oscuridad y el silencio, lo único que parecía familiar desde hacía algún tiempo. 

-Sé que no estás dormido –comentó la mujer tras unos minutos- ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? ¿Qué deseas?

 -La muerte –respondió el hombre sin abrir los ojos. 

La risa, definitivamente no era la respuesta que el paciente esperaba. Sin embargo le había cautivado, al igual que sus ojos, la carcajada de la dama que le hacía compañía parecía estar cargada de magia, aventura y una sabiduría superior a la que se puede adquirir en los pocos años de vida que aparentaba la joven. 

-Mejor, te cuento una historia ¿va? –Ofreció ella- el emitió un leve gruñido por toda respuesta ¿Qué más daba? Excepto por no prestarle atención, no podía hacer nada al respecto. 

-Una tarde un músico y su mujer paseaban por el campo. Ella recostada bajo la sombra de un árbol disfrutaba de las caricias del viento a su largo cabello…- comenzó la enigmática visitante- mientras su marido recogía frutas de los arbustos cercanos. 

La joven hablaba tranquilamente con los ojos cerrados y la barbilla levantada, como si fuese ella la que estuviese disfrutando de la escena. Él no podía quitarle los ojos de encima.

-Pero entonces – continuó- la mujer decidió ir en búsqueda de su marido. El césped hacía cosquillas en sus pies, y sonrío, nada como pequeños placeres como caminar descalzo por el campo ¿No?- preguntó, abriendo un ojo para mirarlo. 

-Supongo – accedió él. 

Ella le sonrió brevemente y volvió a cerrar los ojos. 

-¿No vas a continuar?- preguntó el paciente, luego de unos minutos de silencio. 

 -Tal vez –respondió ella con una sonrisa pícara –Si me prometes una cosa. Debes decirme tu nombre antes de morir. 

 -Entonces no seguiré escuchando tu historia- respondió el, un tanto molesto. 

 -Tsk –junto con una encogida de hombros fue toda la reacción que ella ofreció. 

 Luego de unos momentos que parecieron durar una eternidad con un silencio espeso y pesado como el plomo, el paciente volvió a abrir su boca: 
 -De acuerdo, te lo prometo. 

 -El problema de caminar descalzo por el campo es que resulta traicionero- retomó ella como si nunca hubiese parado – y mientras caminaba una serpiente mordió le pico el talón… Curioso ¿No? Como estos pequeños placeres pueden resultar en cosas tan horribles. 

- Al encontrarla, su marido, la tomo en sus brazos y los cristales de sus lágrimas acariciaron sus mejillas- explicó ella, abriendo sus ojos y juntando sus manos en su regazo, sus ojos cargados de una inmensa tristeza –Desesperado, el músico cargó el cuerpo inerte su amada y partió a la búsqueda de algo que pudiera revertirlo… 

El sonido de la silla deslizándose de nuevo sorprendió al paciente, quien emitiendo un ruido de dolor por el brusco movimiento intento incorporarse, pero ella le puso una mano en el hombro y gentilmente lo empujo de nuevo hacia el colchón. 

- ¿A dónde vas? No terminaste la historia- reclamó. 

- Todavía no me has contado tu nombre, tenemos tiempo –le respondió ella y prometió:– volveré mañana. 

Entonces caminó hacia la puerta, su largar cabellera negra como la noche ondeaba con cada paso, sus movimientos fluidos como los de un gato, entonces se detuvo y se volvió hacia él.

-Mi nombre es Scheherazade, por cierto. – y con eso salió de la habitación. 

 El paciente sonrió, un nombre salido de una leyenda para una mujer que parecía salida de una.


Petisa

La filosofía de las palabras

LA VENGANZA DE LOS RECURSOS:

“Pusiste sobre tus ojos la venda del que desea ver a Dios” METÁFORA

LA MINI TRILOGÍA

1)    Lágrimas deslizantes como víboras
2)    La cabeza cortada
3)    Entre sueños escarlata…

LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO

Juegas sin restricciones
En tu mundo libre
No te importa nada
Ni respetas a nadie
Inhibiciones te escapan
Fuertemente cautivas
En tus garras me tienes
Roma, gato antipático

Sofía a través del espejo

Sofía había ido a casa de Alberto Knox pero se había encontrado con que no había nadie ahí. “Que extraño”, pensó la joven, ya que el curso de filosofía con Alberto se había convertido en parte permanente de sus semanas.
Caminando de vuelta Sofía notó humo proveniente del bosque, y con cautela se acercó a la fuente del mismo. En su camino notó que el bosque se volvía más pintoresco, con flores y árboles que nunca había visto en su vida, de repente Sofía divisó un hongo de tamaño muy grande y sobre el, una oruga azul fumando una pipa de agua. Sofía no supo cuanto tiempo estuvo parada observando la escena pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz grave e inesperada:
- “¿Quién eres tu?” –preguntó la oruga antes de inhalar otra vez de su pipa.
A pesar de todo lo que había aprendido Sofía con Alberto sobre su existencia en el mundo, todo lo que estaba pasando con Hilde y su padre, la paralizó como una estatua una vez más.
- “¿Quién eres tu?” –preguntó la oruga en un tono más insistente.
- “Me llamo Sofía. Y hasta hace unas semanas pensaba que era una simple chica a punto de cumplir quince años, pero he descubierto que yo, y todos en mi mundo somos personajes en un libro escrito para una chica llamada Hilde” respondió Sofía, quien solo había hablado de esto con Alberto.
- “¿Y como sabes que Hilde es real y no se encuentra como tú?”
La pregunta tomó a Sofía por sorpresa, pero esta vez la oruga le dio tiempo para pensar su respuesta.
- “La verdad es que no se” -dijo ella- “pero lo que se es que estamos intentando escapar de esto.”
- “¿Estamos?”
- “Alberto y yo. Alberto es mi profesor de filosofía, es el quién me ayudó a entender todo”
La oruga se quedó callada, y solo miró a Sofía. Sentía que su mirada la atravesaba como un laser pero no se atrevía a romper el contacto. La oruga inhaló una vez más de su pipa y dijo “No pierdas la cabeza” y al exhalar desapareció tras una cortina de humo, dejando a Sofía nadando en preguntas.

Autores:
Jostein Gaarder, “El mundo de Sofía”
Lewis Carroll, “Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas”


J. Ham