domingo, 10 de abril de 2016

Dolores congelados

LOS RECURSOS DE ALICIA

Onomatopeya
“—Pst... —se encogió de hombros desalentado su médico—. Es un caso serio... poco hay que hacer...”

Epíteto
“… y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó”

Metáfora
“…y sus narices y labios se perlaron de sudor”

Descripción
“la blancura del patio silencioso –frisos, columnas y estatuas de mármol- producían una otoñal impresión de palacio encantado”

Definición
“Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable…”

Causa y consecuencia
“No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días…”

EL PARÁSITO SUSPENDE EL FRÍO

1) De nuevo el frío parásito aunado al suspenso de muerte
2) Igualmente, la mesa también en suspenso puesto que el frío conlleva al parásito

VOLVER A NACER

De los 10 personajes que pudiera salvar, sólo llevaría a bordo de la nave a los siguientes:

- El policía afroamericano armado: Para mantener la ley y el orden dentro de la sociedad que están por formar.

- La joven embarazada: Pues es símbolo de maternidad y trae consigo una vida que comienza de cero.

- Un historiador invidente: Para no perder la cultura del pasado y así no cometer los mismos errores en ésta nueva sociedad.

- Un cura: Para continuar, aunque sea una de las religiones y que ésta sociedad no vea la vida como el camino a una muerte segura, sino que consiga su motivación en Dios.

- Un huérfano de 10 años: Pues le quedan muchos años más de vida en comparación con el resto.


D) CORTAR LLANTOS

 “La cebolla tiene que estar finamente picada. Les sugiero ponerse un pequeño trozo de cebolla en la mollera con el fin de evitar el molesto lagrimeo que se produce cuando uno la está cortando. Lo malo de llorar cuando uno pica cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza, como quien dice, se pica, y ya no puede parar. No sé si a ustedes les ha pasado pero a mí la mera verdad sí. Infinidad de veces. Mamá decía que era porque yo soy igual de sensible a la cebolla que Tita, mi tía abuela. Dicen que Tita era tan sensible que desde que estaba en el vientre de mi bisabuela lloraba y lloraba cuando ésta picaba cebolla…”

… me contaba mi mamá, y la verdad es que yo le seguía la corriente e insistía en la misma historia cada vez que alguien me preguntaba por qué lloraba tanto al cortar una cebolla. Lo que ellos no se imaginaban es que las cebollas eran el telón que ocultaba y excusaba todo el llanto que llevaba acumulado y reprimido por dentro y que me eran tan difícil de demostrar.

Pulga 

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