miércoles, 13 de abril de 2016

La filosofía de las palabras

LA VENGANZA DE LOS RECURSOS:

“Pusiste sobre tus ojos la venda del que desea ver a Dios” METÁFORA

LA MINI TRILOGÍA

1)    Lágrimas deslizantes como víboras
2)    La cabeza cortada
3)    Entre sueños escarlata…

LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO

Juegas sin restricciones
En tu mundo libre
No te importa nada
Ni respetas a nadie
Inhibiciones te escapan
Fuertemente cautivas
En tus garras me tienes
Roma, gato antipático

Sofía a través del espejo

Sofía había ido a casa de Alberto Knox pero se había encontrado con que no había nadie ahí. “Que extraño”, pensó la joven, ya que el curso de filosofía con Alberto se había convertido en parte permanente de sus semanas.
Caminando de vuelta Sofía notó humo proveniente del bosque, y con cautela se acercó a la fuente del mismo. En su camino notó que el bosque se volvía más pintoresco, con flores y árboles que nunca había visto en su vida, de repente Sofía divisó un hongo de tamaño muy grande y sobre el, una oruga azul fumando una pipa de agua. Sofía no supo cuanto tiempo estuvo parada observando la escena pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz grave e inesperada:
- “¿Quién eres tu?” –preguntó la oruga antes de inhalar otra vez de su pipa.
A pesar de todo lo que había aprendido Sofía con Alberto sobre su existencia en el mundo, todo lo que estaba pasando con Hilde y su padre, la paralizó como una estatua una vez más.
- “¿Quién eres tu?” –preguntó la oruga en un tono más insistente.
- “Me llamo Sofía. Y hasta hace unas semanas pensaba que era una simple chica a punto de cumplir quince años, pero he descubierto que yo, y todos en mi mundo somos personajes en un libro escrito para una chica llamada Hilde” respondió Sofía, quien solo había hablado de esto con Alberto.
- “¿Y como sabes que Hilde es real y no se encuentra como tú?”
La pregunta tomó a Sofía por sorpresa, pero esta vez la oruga le dio tiempo para pensar su respuesta.
- “La verdad es que no se” -dijo ella- “pero lo que se es que estamos intentando escapar de esto.”
- “¿Estamos?”
- “Alberto y yo. Alberto es mi profesor de filosofía, es el quién me ayudó a entender todo”
La oruga se quedó callada, y solo miró a Sofía. Sentía que su mirada la atravesaba como un laser pero no se atrevía a romper el contacto. La oruga inhaló una vez más de su pipa y dijo “No pierdas la cabeza” y al exhalar desapareció tras una cortina de humo, dejando a Sofía nadando en preguntas.

Autores:
Jostein Gaarder, “El mundo de Sofía”
Lewis Carroll, “Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas”


J. Ham

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