miércoles, 13 de abril de 2016

Un Gato venezolano.

No es justo levantarse tan temprano en un país solo para hacer colas por comida. Rodearse de personas mal educadas, abusadoras y más, de alguna u otra forma cada vez que me encuentro en alguna cola alguien se colea, me roban algún artículo o termino con algún golpe. Definitivamente la situación me estresa y yo soy un “quedado”, “lento” o como quieran llamarlo, yo me considero tranquilo, pacifico y humilde.
Estoy en mi respectiva cola a ver si logro adquirir algunos bienes de la cesta básica, y no sé porqué aquí en esta situación la gente le gusta conversar tanto y muchos incluso con actitud positiva, como si esto fuera digno de los seres humanos.
Sumado en mis pensamientos llenos de tristeza al ver a lo que llegó mi país, analizando y observando todo lo que ocurre a mí alrededor escucho una voz desconocida y con un tono totalmente caraqueño.

-  Epa pana ¿tu sabe´ que llegó hoy al supermercado? -dijo un extraño con un apariencia extraña que recién llegaba a la cola.
- Mmmm. Si bien entendí, creo que llegó harina pan, papel y aceite – digo sin mirarlo a la cara.
-    Gracia´ pana. La vaina esta dura ¿no? Déjame llamar a mi mujer y la cuñada para que vengan a hacer esta cola vale, porque tu sabe´ yo tengo que trabajal pa´conseguir los riales.
-  Dele tranquilo compa. –respondí tratando de hablar como el.
Que situación tan incómoda el pasar por esto varios días de la semana. ¿Simplemente no puedo ir al supermercado tranquilo y comprar lo que quiera?

Luego de pasar unas 5 horas en cola, por fin llego a mi casa exhausto la verdad, aunque parezca tonto, pasar 5 horas en cola por comida bajo el sol y rodeado de gente tan… dañada, de verdad cansa. Pero bueno al menos conseguí algunos alimentos.

-    Hey Cutch –digo a mi gato- te traje unos atunes que conseguí de milagro en el supermercado. 1000 bsf ¿puedes creerlo!?
Noto la mirada profunda, ruda y apática de Cutch hacia mí. Lo admiro.
-    Definitivamente quisiera ser como tu –digo a cutch entre suspiros- pareciera que nada te importara, a puesto que en las colas para comprar comida, en protestas, marchas irías con toda rudeza y te le impondrías a todo, no se te colearían como a mí ni saldrías golpeado ni te robaran. Mas bien creo que tu robaras y todo, jajajaja.
Empecé a reír imaginando a mi gato siendo un humano, que hasta se me coloró la cara de la risa. Algo bueno del día.

En fin, lo que dije dudo le importara, simplemente se bajó del sofá donde se encontraba y lo sigo con la mirada.

-   ¡Cutch no! ¡No puedes entrar ahí! Lo sabes perfectamente vale.-dije con voz alzada.

Cutch entro en mi pequeño laboratorio improvisado que tengo en uno de los cuartos de mi casa y señaló un viejo estudio que realizaba hace unos años, antes que Venezuela se convirtiera en lo que es ahora y cuando tenía más entusiasmo sobre mi carrera. El estudio trata sobre un brebaje que hace posible adquirir durante tan solo pocas horas la forma de algo que queramos, pero únicamente con la formula exacta.

Pensé, ¿será que Cutch quiere que lo convierta en humano?
-    ¿quieres ser humano?
Cutch parece asentar con su pata con una mirada divertida y caminando entre mis químicos, botellas y más. La idea me llena de curiosidad e incluso de emoción.
- ¡Hagámoslo!-le digo con una sonrisa de oreja a oreja.

Luego de tantos intentos y nada resultaba, de repente escucho una voz suave, estilo hippie surfista.
-  Hey doctor Jekyll, con esto ganaras millones hermano.
-   Perfecto transforme un gato en un hippie surfista.- digo en tono sarcástico y entre risas.
Siento la misma mirada apática, ruda y profunda de Cutch sobre mi
-  Okey, al parecer la mirada es la misma.- digo algo nervioso-. ¿Cómo te sientes?
-   Estupendo hermano- dice con un tono relajado, observando sus manos y su nueva apariencia- bueno ahora que podemos hablar, tienes que ponerte las pilas ok? ¿Cómo te dejas robar, golpear y colear? Tendré que ir contigo a esas colas a ver la situación y a defenderte. Mientras tanto ¿que día es?
-  Viernes –respondo.
-  Perfecto salgamos, a despejar la mente y a ver si nos conseguimos unas novias porque esta soledad a ambos nos va a volver locos.

Esto es lo  mejor que he podido hacer –pensé- por fin dejare de ser un “quedado” como muchos dicen.

-   Vamos pues – digo en tono nervioso pero arriesgado- definitivamente lo necesito.
-  Tengo 8 años viéndote y necesitas esto y más. dijo Cutch- ahora cuéntame ¿quién es ese Maduro del que hablan? Hermano es desesperante, hay que hacer algo con él la verdad tengo algunas ideas que pueden servir…

Cutch siguió hablando y relatando sus ideas, ni tan malas la verdad. Creo que, no me equivoque con lo que dije sobre este gato. Quizá, no sé, posiblemente, un gato ¿salve a Venezuela?
 Lalejulie


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