miércoles, 13 de abril de 2016

Salomé, apacigua estos deseos.

El consumismo: despilfarro como estilo de vida.

El consumismo es un fenómeno que se ha colado entre las sociedades hasta parecer algo común, algo que nos involucra a todos, haciéndonos creer que es parte del bien de la sociedad, si bien es cierto que el consumismo activa la economía, entender que todo lo que sucede en nuestro mundo trae consigo ventajas y desventajas es fundamental.
     A los días de hoy hablar del consumismo no es otra cosa que darle nombre al despilfarro a gran escala, esto se ha vuelto una característica de todas las personas que viven en sociedad, muchas de estas personas se hallan con el pensamiento de que es más quien tiene más. Este fenómeno no es más que personas comprando bienes o contratando servicios que no son esenciales o tienen muy poca vida útil.

     Este enigma al que llamamos “consumismo” inició después de la revolución industrial, por la segunda mitad del siglo XX, en el cual se originó, se desarrolló y se expandió por el mundo entero. Este fenómeno comenzó gracias a la producción en masas. Como consecuencia inmediata aparecieron la publicidad y la mercadotecnia, que generaron y generan en los compradores “nuevas necesidades” que en realidad no son más que deseos disfrazados; convirtiendo al consumismo en un gran círculo vicioso. El auge de este monstruo se dice que inició luego de la segunda guerra mundial y continúa hasta los días de hoy

¡Estoy sedienta de tu belleza; estoy hambre ya de tu cuerpo; y ni el vino ni la fruta pueden apaciguar mi deseo! 
METÁFORA

Micro-tripto-cuentos 
Finalmente moriste, víbora... (Triste)
¿Y la cabeza?... (Suspenso) 
Dulces labios escarlata (Romántico)  

ACRÓNIMOS GATUNOS
Fraternalmente un abrazo
Enternecido me regalo,
Recuerdo cada palabra.
Nefasto aquel día, que partiste
Aún alimento a tu gato...
No olvido ese día, te fuiste y me dejaste un nudo en la garganta 
Del que aún no me he podido zafar.
Estás ahí tan feliz, tan hermosa, y amando a otra.
Zorra. 

Amores a destiempo. 
... Así es Reino Unido, un lugar perdido en el tiempo, acogiendo, eventualmente todas las historias de amor rotas, que ni siquiera un viaje a la ciudad del amor o una carta a Julieta pudieron arreglar. Aquí se alojan todas esas historias, todos esos amores que están a destiempo, que nunca podrán ser, porque el destino así lo quiso. 
Quién sabe cómo llegaron a toparse esas dos personas, como sus historias se unieron y el hilo rojo aparentemente inquebrantable, finalmente se rompió, porque lo único que rompe el amor entre dos personas, indudablemente es la misma magia que alguna vez los unió. 
Creerán que exagero pero no es así. Un importuno o muy oportuno viaje al pasado unió a dos personas. Dos personas que lo único que querían era una vida feliz juntos, quizás dos hijos, un perro o algunos gatos, una linda casa con vista al lago; a quien le importaba que la mayoría de los días fuesen nublados cuando ella tenía una sonrisa que iluminaban todo su idilio. 
— Dame un beso de despedida, Severus. Juro que nunca me falto valentía para defender nuestro amor — dijo clavando sus ojos negros en él.
— No pienso irme, prefiero morir acá junto a ti, que vivir otros mil años pensando en ti, tan lejos de mi. 
Camino hacia la ventana aún con su ropa inadecuada  para la época, nadie en 1847 se vestía de esa manera, quizá en Howarts fuese común, pero si alguien en la Hacienda Cumbres Barrascosas lo veía con esa ropa, probablemente lo acusarían de brujería, no muy alejados de la realidad.
— Salde la ventana te he dicho mil veces que no pueden verte. — y se le quebró la voz.
Ahí estaba viéndolo con sus oscuros ojos negros, hinchados por las lágrimas, con una belleza de otro planeta. Finalmente se besaron, nunca fue un beso de despedida...

El regreso no deseado.
Desde hogwarts al pasado viaje
Con catherine alli me encontre,
Enamorado de ella quede 
Y tener que regresar nunca imagine.

PDBF

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