martes, 14 de marzo de 2017

La Coupe




El chico corrió con todas sus fuerzas hasta el teléfono público de la estación de metro, hacía meses que no utilizaba su tarjeta de crédito, y sólo rogaba que tuviera fondos aunque sea para una llamada. Hurgó en sus bolsillos y consiguió el pedazo de papel que aquel muchacho había arrancado, y mientras marcaba el número, se arrepintió de no haber tomado más en serio sus lecciones de francés.

Repica el teléfono. “Debí aprender a decir ‘sólo inglés’ ´por lo menos. Repica el teléfono. “¿Qué era eso que me dijo del Jazz? ¿Le gustaba o aterraba?”. Repica el teléfono. “Deberían existir subtítulos en nuestras mentes, para que cuando alguien te hable en otro idioma, puedas responder”. Al cuarto repique, suspira y, cuando sus manos se encuentran a centímetros de colgar el teléfono, escucha una voz.

-¿Aló?

 -¿Aló? ¡Aló!-Dijo intentando imitar un acento francés

-¿Tú?... Yo sabía que si había algo importante, algo por lo que debía hablarte

-Escucha… Yo…-Balbuceó en el poco francés que sabía. ¿Por qué no había pensado en una conversación?

-Bueno, al menos son más que dos palabras. Es más de lo que logré antes.

-Ammm... ¿Inglés? ¿Hablas inglés?-Sabía que acababa de inventar un nuevo idioma, pues eso no era francés, ni terminaba de ser inglés-

-¿Americano, uh? Todo encaja… Debe haber sido bastante interesante verme decir todas esas cosas con un copa de vino, mientras deambulaba a tu alrededor y te miraba… o inquietante, dependiendo de cómo lo veas… o en que creas.

Se produjo un silencio.

-Interesante-contestó, pues era lo único que había entendido de aquel parloteo en francés; pero aún sin saber que era, todo lo que él dijera, le parecía interesante.

-¿En qué crees entonces?-Dijo pausadamente, en un inglés bastante pobre.

Se escuchó de fondo la operadora indicando que la llamada estaba por terminar. ¡Idiota! ¡No había casi saldo en la tarjeta!

-Almas gemelas. ¿No habías preguntado algo así? Almas gemelas, creo en las al…

Un tono indicó que la llamada había finalizado.

-Almas gemelas…

Colgó. Puso el brazo sobre el teléfono y apoyó su cabeza en éste. Se sentía en desventaja. No sabía nada de él, apenas y tenía su número… No hablaba el mismo idioma que él, a pesar de que debería hacerlo… ¿Cómo encontrar a alguien que no conoces?

El metro había llegado a la estación. Y debía volver al trabajo. Antes de retirarse, el teléfono sonó. Lo dejó repicar un par de veces antes de decidirse a atender.

-¿Aló? ¿Con quién desea hablar?-Irónicamente, era una de las pocas frases que sí sabía.

-Esa es sin duda una buena pregunta… Tengo en mis manos un viejo y confiable diccionario de inglés… ¿Te animas a una charla más larga? Quizás… ¿en un café?-Pronunció esa suave voz, en un inglés bastante improvisado.


Sonrió aliviado. 

–Me encantaría…

Inspirado en La Marisma (Le Marais) del director norteamericano Gus Van Sant, en Paris Je t'aime, 2003.

-Vettel Lesser

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