Una
noche estaba Marianne Arriaz en su habitación de la casa hogar llamada Arroyo, pensaba en conquistar aquel
chico tan apuesto, elegante y distinguido llamado Caleb que conoció en Suky
Café. Este chico era tan pobre, que le
podía comprar una casa en cuanto cumpliese los 18 años de edad, al salir de
esta casa hogar. Su amiga interrumpe sus pensamientos.
Katt:
¿En qué piensas amiga?, te veo muy concentrada.
Marianne:
En el chico que te comenté, el que conocí en el café hace una semana.
Katt:
¡Aah ya! sí, recuerdo, el muerto de hambre con carro, casa y muchas chequeras.
Marianne:
ése mismo, él me dejó su número, quisiera escribirle a ver si me invita a
salir.
Katt:
Ya sé por donde vas amiga, ya sé que quieres de él, ya sé, ¿cuéntame cuál es tu
objetivo?
Marianne:
sabes que ya falta poco para irme de aquí y necesito, no se un ranchito con
sala de estar, comedor, cocina, alberga, cuarto con baño, terraza y esas pocos
cosas que puede tener un ranchito.
Katt:
¡Vaya, Vaya! Hija de… no se quien, no quieres nada ¿no?
Marianne: es lo que merezco, bueno ya vamos a descansar.
Al amanecer suena la alarma ¡Riin!, ¡Riin!,
¡Riin!, Marianne despierta con tanta
pereza que se para corriendo a ducharse
y vestirse para ir a tomar un café en Suky Café, con esperanza de ver a Caleb. Pasadas las 8:00am esta Marianne en
el café, al subir la cabeza se topa con la mirada del apuesto chico, el la
saluda con un gesto de la mano, Marianne ni corta ni perezosa se acerca a su
mesa y establece una conversación
–¡Hola!, ¿Cómo has
estado? -Pregunta Marianne.
–Excelente, ¿y tú?
–responde Caleb
–Muy bien –dice
Marianne
–Que bueno te invito un café. –dice Caleb
–Muchas gracias. –expresa Marianne
–Que penosa eres ¿no?. –dijo Caleb
–Ahmm! Cambiando de tema, ¿podríamos quedar
en vernos mañana por la tarde?. –pregunta Marianne
–Me parece bien, te espero a las 5pm en la plaza. –dijo Caleb.
–Vale, entonces a las 5 de la tarde –dice Marianne
Se despiden con un beso en la mejilla y ella
sale de aquel lugar con muchas expectativas, en la salida esta una señora como
de unos 40años de edad muy fina en su aspecto, esta señora se queda observando
a Marianne, cuando Marianne sale del local, ella va detrás persiguiéndola como
si fuese una secuestradora profesional, sólo la siguió unos cuantos pasos y la
llamó.
–Marianne,–dice ella dudando un
poco del nombre que ha pronunciado. –dice la señora
–Disculpe ¿la conozco? –dice Marianne.
–No, ¿Me podrías decir tu apellido? –pregunta
la señora
–Arriaz, ¿Por qué la pregunta? –expresa
Marianne
–¡Dioooos!, ¡que grande estas!, ¡no lo puedo
creer!, ¿Cómo has estado?–dice la señora
–señora
yo no la conozco ¿como se llama usted? –pregunta Marianne
–mi nombre es Corina Arriaz. –dice la señora
–¿Qué, que? Si usted quiere nos podemos sentar hablar en
el café. –dice Marianne fijándose de que la señora en su aspecto es muy fina y
adinerada.
Cuando van camino al lugar Marianne piensa en que esta señora tiene dinero y que
puede hacerse su amiga y conseguir lo que necesita, como ropa pues su closet
esta tan vacío, que no cabe ni una muda más. Al llegar al café la señora le
dice que ella es su tía y Marianne piensa en que esta señora esta demente y le
dice:
–Soy, su sobrina, su hija, y su nieta, ¿que
mas quiere que sea?
–Yo sé que eres mi sobrina perdida, lo
presentí al escuchar tu nombre y al saber tu apellido eso me lo confirma. Vente
a vivir conmigo, a mi pobre hogar con los lujos que mereces.
Marianne piensa que la vida le esta dando la
oportunidad con esta vieja de tener lo que ella quiere, dinero y muchos lujos y
no va a poner resistencia a la propuesta de Corina y obviamente seguirá con los
planes sobre Caleb mientras más dinero tenga
mejor.
–Muy bien nuestra relación de tía a sobrina
se cultivara con el tiempo, entonces podrá buscarme la semana siguiente que
cumplo la mayoría de edad y no será necesario hacer tramites.–dijo Marianne
Marianne apenas llega a la casa hogar va y
habla con la directora y le pregunta sobre su familia, esta vez quería la
verdad y no ser evadida como otras veces, la directora empieza contar la
verdad, le dice que en las propiedades de los Arriaz permanecía todo una generación,
que falleció en un catastrófico accidente, sólo Marianne pudo salvarse debido a un grupo de bomberos que la rescató
del aquel incendio. Esto ocurrió cuando ella tenía 4 años de edad,
Marianne fingiendo tristeza, se fué a su
habitación asomando una tímida sonrisa de satisfacción. Pensando en no comentarle nada a Corina, Marianne sabia que si le
comentaba la señora sabría que estaba equivocada y no se la llevaría con ella.
Marianne sólo ocultó la verdad para aprovecharse de esta señora, sin saber que
ella falleció unos segundos después de encontrarse con ella.
-Águila
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