Me
llamo Lorenz Hilton, reportera de la revista “Wake up”. En mi
trabajo son unos hipócritas,
fingen
perfectamente que les agrada el enano de John Robert, nuestro jefe.
Por otro lado, ahí
está
siempre, mi amigo Daniel Bolton.
–Hola
Lorenz, ¿Lista para trabajar? –dice Daniel
–Si
¡Por desgracia! –dice Lorenz con cara molesta
–¿Paso
por ti en la tarde y salimos a bailar? – dice Daniel entusiasmado
–Sí,
deberíamos – dice Lorenz
–¿A
las 8 pm? – dice Daniel
–¡Seguro!,
te esperaré – dice Lorenz
Esperé
bastante, no apareció, me fui pensando en qué pudo pasarle, no
respondió mis
llamadas y me preocupé. Al día siguiente, toca la
puerta, “Toc Toc", era el sin vergüenza de
Daniel,
excusándose.
–Lorenz,
disculpa lo de ayer, mi abuela falleció, tuve que ir a casa de mis
padres –Daniel
avergonzado-
–No
respondiste mis llamadas –Lorenz
reclamando-
–Deje
el teléfono en la oficina –Daniel-
–¿No
pudiste pedir uno para avisar? –Lorenz
enojada-
–Estaban
llorando, otros discutiendo, yo... –Daniel
alterado-
lo interrumpe Lorenz-
–No
importa, ¡vete!, estoy acostumbrada a estar sola –Lorenz
dramáticamente-
–No
seas así, ¿Paso por ti hoy? –Daniel-
–No,
porque morirás y volverás a plantarme –Lorenz
enojada-
lanza la puerta-
–Si
muero, igual pasaré por ti –grita
Daniel
detrás de la puerta-
Hoy
mi vida va a cambiar, sin amigo por quién preocuparme, solo yo. Y
así fue.
–Señor
John, No es él ¿verdad? –Lorenz
desesperada-
–¿Quien,
Lorenz? –John-
–El
chico de la noticia, ¿No es él, Daniel Bolton? –Lorenz
llorando-
–Lorenz,
averigua si es tu amigo Daniel Bolton
¿Qué
te puedo decir? –John-
Llamé
a sus padres, era cierto, Daniel murió. Su carro se fue por un
voladero y explotó
instantáneamente. ¡Mi vida se acabó! –pensé
en lo que dije- no era en serio, estaba molesta.
¡Todo cambio!
Esa
noche con el aullar de los perros del vecindario, el frío quemando
mi cuerpo, sentí a
alguien susurrando: “Lorenz, Lorenz”.
Desperté, era un sueño, o el comienzo de una pesadilla.
Al
día siguiente llegó un oficial a la revista preguntando:
–¿Quién
es Lorenz Hilton? –Oficial-
–Soy
yo ¿Algún problema? –Lorenz
confundida-
–Acompáñeme
–dice el Oficial y se fueron a la comisaría-
–Responda
breve – ¿tenía
amores
con el señor Bolton? –Oficial-
–No,
sólo éramos amigos, ¿Por qué? –Lorenz-
–Encontramos
esta caja y esta carta dedicada a Lorenz Hilton –Oficial-
–Para
ver –Lorenz
abre
la caja y lee la nota –dice alterada – ¡No
puede
ser!, quería casarse
conmigo ¡yo lo maté oficial, que yo lo maté!-
–Cálmese
señora, vamos la llevo a su casa, ¡debe descansar! –dice el
oficial y la lleva a su
casa-
Traté
de dormir, pero no pude, otra vez su voz llamándome, luego lo vi,
quería que fuera un
sueño, pero no, ¡si era él! Sonó el teléfono
“Ring, Ring” y desapareció.
–Aló
¿Quién habla? –Lorenz-
–Es
John, te quiero en mi oficina ¡ya! –John-
–¿Pasa
algo señor John? –Lorenz-
–Hablamos
aquí –John cuelga el teléfono-
Cuando
llegué mi jefe dijo:
–Estas
despedida –John-
–¿Por
qué? –Lorenz-
–No
quiero mala publicidad en la revista y ayer saliste de aquí en una
patrulla, la gente saca
conclusiones, ¿comprendes? –John-
–Pero
no era nada malo –Lorenz-
–Por
lo que sea, ¡Estás fuera! –John-
–Bien,
adiós, debería de morirse usted –Lorenz molesta, se va-
En
la mañana recibí la noticia: John había muerto, después que me
fui. Camino a su casa
choco y murió en seco. Eso dijeron mis
compañeros.
Apareció
el oficial en mi casa, nuevamente me interrogó:
–Señora
Lorenz, ¿Me recuerda? –Oficial-
–Claro
¿Qué hace aquí? –Lorenz-
–Encontramos
su cartera en el auto de señor John, ¿Sabía? –Oficial-
–No,
debí dejarla en su oficina cuando salí, seguro me la entregaría al
día siguiente –Lorenz-
–Sus
compañeros dijeron que la despidieron y salió furiosa ¿Cómo se la
devolvería? –Oficial-
–¿Qué
insinúa? –Lorenz-
–Nada,
pero para evitar problemas, no salga de la ciudad –Oficial-
En
el velorio, todos fingiendo, consolándome por mi despido, yo pensaba
en lo que dije al
irme de la oficina, pero también deseaba que
desaparecieran. Y así sucedió.
Mi
mamá llamó en la mañana para saber si estaba bien, dijo que hubo
un incendio en la
revista y todos murieron. ¡Entré en pánico!,
veía a todos y la maldita voz. Desperté. Estaba en
mi casa y sí
estaban todos, sólo que ¿llorando? –Escuche a
mama decir:
“El
bus choco y explotó, no dio tiempo de nada”
–¿Estoy
muerta? ¿Cuándo paso? –Lorenz
en
shock-
Ocurrió
esa tarde en la que me cansé de esperar a Daniel y me fui. Al
parecer ¡No regresé!,
no lo aceptaba y volvió la voz, ahora
fuertemente:
–Lorenz,
Lorenz, ¡Despierta! –Daniel-
–¿Daniel? ¿Todo era un sueño? –Lorenz impactada-
–¿Daniel? ¿Todo era un sueño? –Lorenz impactada-
–Sí.
Tienes el sueño profundo, tengo un siglo despertándote, ¿Nos
vamos? –Daniel-
–¿A
dónde? –Lorenz-
–A
bailar ¿Lo olvidaste? –Daniel-
–Prefiero
descansar, llévame a casa –Lorenz-
–OK.
Antes de irnos, ten, es para ti –Daniel
le
entrega la caja-
–¡No
puede ser! –Lorenz impresionada-
–Sé
que no lo esperabas, pasó, acéptalo y piénsalo –Daniel-
–¡Acepto!,
no tengo que pesarlo, podría ser un sueño –Lorenz decidida-
Nos
fuimos, ¡Por fin no estaba soñando!
¡Corten!
maravilloso chicos, mañana es el estreno, no se queden dormidos,
descansen
–Director de la película-.
MULAN
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