Veinte años después de
la Batalla de Hogwarts, estaba Harry Potter en una nueva misión como auror. Y
para dirigirse a su próximo destino debía valerse de los polvos flu porque solo
así podría llegar cuanto antes. A medida que la chimenea se iluminaba con una
fuerte luz verde Harry pensaba muy bien “Okiya Hiroba”, nombre de una casa para
geishas ubicada en Yoroido, un pequeño pueblo de Japón; lugar donde
presuntamente se encontraba el mago a raptar. Pero, lamentablemente, había
llegado tarde porque el delincuente ya no estaba.
Entonces, decidió
descansar un poco y despejar su mente. Sayuri que no sabía los propósitos de
Harry, le llevó té y, como buena geisha, decidió utilizar sus dotes y entablar
una conversación con él.
─Gracias ─dijo él mientras aceptaba la taza.
─¿De dónde
viene?
─Londres.
─¿Desea
compañía? Tenemos jóvenes muy lindas aquí.
─No gracias,
estoy casado.
─Aquí eso es
normal, la mayoría lo son, no es problema. Todo es confidencial.
─De verdad estoy
bien, estoy enamorado de ella y la respeto ─contestó Harry lo más amable
posible.
─¿Enamorado? Eso
tampoco tiene nada que ver ─dijo Sayuri poniendo en práctica toda su sabiduría
obtenida a lo largo de su solitaria profesión ─.¿Sabe lo que es de verdad el
amor?
─Sí, eso creo.
Es tener a quienes te importa siempre presente, estén contigo o no,
recordarlos, enaltecerlos. El amor por mi esposa me hace sentir que no necesito
a nadie más, es suficiente para mí.
─Aquí he
aprendido que el amor no es sinónimo de fidelidad ─respondió Sayuri dejando en
claro su diferir ─.Sobre todo para los hombres; es como una serpiente, seduce y seduce hasta
que finalmente ataca.
─Una vez, un
sabio profesor me dijo “es
crucial pelear y volver a pelear, y seguir peleando porque sólo de ese modo
podría mantenerse a raya el mal, aunque nunca se llegara a erradicarlo.”
─expresó Harry citando al gran Dumbledore ─.Eso también aplica al amor, una de
las más hermosas y crueles guerras.
─Es muy difícil eso de permitirse amar ¿no le
parece? ─comentó Sayuri ─.A veces darlo todo cuanto hay en tu ser para luego
ser traicionado no es algo agradable, no es algo que desees volver a sentir.
─Veo que
usted no ha tenido muy buenas experiencias con el amor ─le respondió Harry ─.Pero ¿sabes? Ahora te aseguro yo, desde mi experiencia, que más difícil y doloroso es saber que tuviste la
oportunidad de amar a alguien y no pudiste, por eso es más importante tener
cerca a quienes te importan y demostrárselo.
»El amor es apostarlo todo a
alguien, una aventura; es como un sube y baja donde la mayor emoción y lo más
importante se vive en el transcurso de un extremo a otro con sus variaciones ─Concluyó Harry.
Justo en ese momento la varita de
Potter recibió una notificación y con un “Tzzi tzzi” se incorporó y rápidamente,
con una breve despedida, salió de la casa de las Geishas.
Sayuri quedó, sentada en el mismo
lugar donde hacía minutos entablaba su conversación con el mago, reflexionando;
impresionada tras entender que, después de tantos años teniendo una cercana
relación con lo que le parecía el “amor” y de tener una concepción de lo que
podría significar, podría seguir aprendiendo sobre este tema, tan vecino y a su
vez tan ajeno a ella.
Lo que sí entendió claramente fue
que no era casualidad que todo ese nuevo punto de vista se lo diera un hombre
impropio al mundo al que ella pertenecía. Y por primera vez en mucho tiempo se
permitió aventurarse y pensar acerca de lo que también podría llegar a ser el
amor.
☪Lunática☪
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